Los mejores consejos para controlar la respiración al nadar

La natación es una maravillosa actividad física, muy completa y llena de beneficios, pero que también exige concentración y el dominio de una técnica adecuada, sobre todo en lo que se refiere a la respiración.

Tener unos pulmones bien preparados dependerá de la práctica. Y para ello, la técnica de cómo respirar correctamente durante el entrenamiento de natación es tan importante como otros ejercicios de técnicas de nado.

El objetivo final es aprender a mantenerse relajado y ahorrar energía valiosa que puede llegar a ser necesaria más adelante.

Primer, empezaremos diciéndote qué es lo que no debes hacer:

1 Levantar la cabeza fuera del agua mientras rotas los brazos.

2 Contener la respiración durante un largo tramo del trayecto.

Ninguna de estas opciones es viable. Es por eso que necesitamos entrenar la técnica para que se convierta en automática: el control de la energía durante la natación depende de que la respiración sea suave y relajada.

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A continuación te compartimos unos cuantos consejos que te ayudarán a no tener problemas con la respiración al momento de nadar:

1 Respira por los lados si nadas a crol

La clave para controlar la respiración en este tipo de nado es hacerlo de forma bilateral. Es decir, debes sacar la cabeza hacia el lado contrario de donde hiciste la brazada. De esta forma evitarás forzar la respiración. Sigue un ritmo constante y toma aire cada 2 o 3 brazadas.

2 Respiración frontal si nadas estilo mariposa

En este estilo de nado es más fácil respirar. Debes tomar aire cuando saques las cabeza del agua y expulsarlo cuando la vuelvas a meter. De esta forma llegarás a un ritmo de respiración muy constante.

3 No confiarte si nadas de espaldas

Aunque nadar mirando al techo es el estilo de natación más sencillo desde el punto de vista de la respiración, no debes confiarte, pues puedes acabar tragando agua. Trata de vigilar tus ritmos y aspirar el aire antes de que tu brazo cruce la vertical de la cabeza.

4 No forzar la respiración

La clave es nadar tranquilo. Si fuerzas la natación y la respiración sólo conseguirás cansarte antes. Lo mejor es que inspires y expires con naturalidad.

 

Fuente: Sportadictos, Practicopedia