5 beneficios que nadar ofrece para la práctica de otros deportes

Existen investigaciones donde se demuestra que una de las mejores estrategias para aumentar el desempeño deportivo consiste en el entrenamiento cruzado.

¿Qué es el entrenamiento cruzado? Se refiere básicamente a combinar el entrenamiento de un corredor, por ejemplo, con algunos días de entrenamiento andando en bici o nadando en la piscina.

Entrenar de esta manera no solo aumenta el desempeño deportivo, también permite aprovechar al máximo los beneficios propios que cada una de las actividades físicas practicadas ofrece por sí misma.

Te recomendamos: ¿Cómo debo calentar y estirar cuando voy a nadar?

En este sentido, la natación es precisamente una de las actividades que mejor se adaptan al entrenamiento cruzado y que mayores aportes realiza al desempeño de una persona en otros deportes.

Algunos de los principales beneficios que ofrece la natación para la práctica de otras disciplinas deportivas son:

1 Reduce la aparición de lesiones

Algunas actividades, como correr, suelen ser duras para las articulaciones. Estos efectos se pueden reducir con algunas sesiones de piscina. Al nadar, las articulaciones se mantienen activas, pero con un ejercicio que no produce ningún impacto sobre ellas. Asimismo, si se ha sufrido alguna lesión, la natación servirá para retomar forma y acabar de rehabilitar la zona afectada.

2 Equilibra la musculatura del cuerpo

Nadar favorece una buena coordinación de todo el cuerpo y un esfuerzo muscular de determinadas zonas según la técnica. Esto es positivo para diversos deportes, como el ciclismo o el running.

3 Aumenta la capacidad aeróbica

La natación ayuda a gestionar el aporte y recuperación de oxígeno, ya que requiere unos tiempos de respiración marcados y exigentes. Estas características se convertirán en un buen hábito sobre todo cuando el esfuerzo esté siendo grande y continuo en otros deportes.

4 Proporciona un descanso activo

En todo plan de entrenamiento de cualquier deporte, es conveniente descansar uno o dos días a la semana. Y uno de estos días es perfecto para los denominados descansos activos: sesiones de ejercicios ajenos al deporte que se está practicando y que sirven para mantener la actividad y proporcionar a los músculos y articulaciones una relajación extra.

5 Aumenta la flexibilidad

Además de nadar, realizar sesiones de estiramientos en la piscina favorece aún más la flexibilidad sin forzar las articulaciones.

 

Fuente: Decathlon